50_Juego de tronos_Arya IV
—¡Huye, Syrio! —gritó. —La primera espada de Braavos no huye —canturreó él mientras Ser Meryn le lanzaba un ataque. Syrio danzó para esquivar, la espada de madera era un borrón en el aire. En un instante lanzó golpes contra la sien, contra el codo, contra la garganta del caballero, la madera resonó contra el yelmo, contra el guantelete, contra el gorjal. Arya estaba paralizada. Ser Meryn avanzó. Syrio retrocedió. Paró el primer golpe, esquivó el segundo, desvió el tercero. El cuarto cortó en dos el palo, destrozó la madera y el alma de plomo. Arya, entre sollozos, se dio media vuelta y huyó. Juego de tronos Arya. IV