04_Choque de reyes_Bran I
No podía caminar, ni trepar, ni cazar, ni pelear con una espada de madera como hacía antes, pero aún podía mirar. Le gustaba ver cómo las ventanas de Invernalia se iban iluminando a medida que tras sus cristales en forma de diamante se encendían velas y chimeneas, y le encantaba escuchar cómo los lobos huargos cantaban a las estrellas. En los últimos tiempos soñaba a menudo con lobos. «Me hablan, de hermano a hermano», se dijo cuando los lobos empezaron a aullar. Casi los comprendía... No del todo, pero casi... como si cantaran en un idioma que había dominado en el pasado, y que luego había olvidado Choque de reyes. Bran I