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Mostrando entradas de noviembre, 2022

11_Juego de tronos_Daenerys II

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  Entonces, dos hombres fueron a por la misma mujer. Oyó un grito; en un instante los arakhs estuvieron desenvainados y las hojas largas, mitad espada y mitad cimitarra, brillaron bajo el sol.   Los guerreros empezaron a moverse en círculo, lanzando estocadas y saltando el uno contra el otro en una danza de muerte; hacían girar las hojas sobre sus cabezas y se gritaban insultos, sin que nadie hiciera ademán de intervenir.   Todo terminó tan deprisa como había empezado. Los arakhs hendieron el aire a la vez, a tal velocidad que Dany no pudo seguirlos con la vista; uno de los hombres dio un paso en falso, el otro blandió el arma en un arco paralelo al suelo. El acero penetró en la carne justo por encima de la cintura del dothraki y seccionó el torso del vientre a la columna vertebral. Mientras el perdedor agonizaba, el vencedor agarró a la mujer que tenía más cerca, que ni siquiera era la que había provocado la disputa, y la tomó allí mismo. Los esclavos se llevaron el cadáv

10_Juego de tronos_Jon II

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      —¿Qué haces aquí? —preguntó con una voz extraña, átona, carente de emociones.   —He venido a ver a Bran —dijo Jon—. Para despedirme.   El rostro de la mujer no cambió de expresión. Tenía la larga cabellera castaña sucia y enredada. Parecía haber envejecido veinte años.   —Ya te has despedido. Vete.   Una parte de él quiso darse media vuelta y echar a correr, pero sabía que, si lo hacía, quizá nunca más vería a Bran. Dio un paso nervioso hacia el interior de la habitación.   —Por favor —dijo.   —Te he dicho que te vayas. —Una sombra de frialdad había cubierto los ojos de la mujer—. No queremos que estés aquí.   En el pasado aquello habría hecho que saliera corriendo. En el pasado aquello lo habría hecho llorar. Ahora sólo lo enfurecía. Pronto sería un Hermano Juramentado de la Guardia de la Noche y se enfrentaría a peligros mucho peores que Catelyn Tully Stark.   —Es mi hermano —dijo.   —¿Quieres que llame a los guardias?   Juego de tronos Jon. II  

09_Juego de tronos_Tyrion I

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      -Joffrey, ya deberías haber visitado a Lord Eddard y a su esposa para presentarles tus respetos en las dolorosas circunstancias que atraviesan.   —¿De qué les van a servir mis respetos? —Joffrey era petulante como sólo puede serlo un príncipe niño.   —De nada —replicó Tyrion—. Pero es lo que debes hacer. Tu ausencia ha sido muy comentada.   —El hijo de los Stark no me importa lo más mínimo —dijo Joffrey—. Y no soporto los lloriqueos de las mujeres.   Tyrion Lannister alzó el brazo y abofeteó a su sobrino con fuerza. La mejilla del chico se puso roja.   —Una palabra más y te doy otra vez.   —¡Se lo voy a contar a mi madre! —exclamó Joffrey.   Tyrion lo abofeteó de nuevo. Las dos mejillas se pusieron del mismo color.   —Cuéntaselo a tu madre —dijo Tyrion—. Pero antes ve a ver a Lord y Lady Stark, arrodíllate ante ellos, diles lo triste que es todo esto, que estás a su servicio para cualquier cosa que puedas hacer por ellos o por su familia en este momento de dolor, y que lo

08_Juego de tronos_Bran II

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    Le gustaba el sabor que tenía el aire en la cima, dulce y fresco como un melocotón de invierno. Le gustaban también los pájaros: los cuervos de la torre rota, los diminutos gorriones que anidaban en las grietas entre las piedras, el viejo búho que dormitaba en el desván polvoriento sobre la armería... Bran los conocía a todos. Y, más que nada en el mundo, le gustaba estar en lugares a los que nadie más podía ir, y ver la mole gris y dispersa de Invernalia de una manera que ningún otro veía. Así, todo el castillo era el escondite secreto de Bran.   Su territorio favorito era la torre rota.   Juego de tronos Bran. II  

07_Juego de tronos_Arya I

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  ¿Por qué no estás cosiendo, Arya? —preguntó la septa. Se puso de pie. Sus faldas almidonadas parecieron susurrar cuando cruzó la sala en dirección a ella—. A ver esas puntadas.   Arya quería gritar. Era muy propio de Sansa atraer la atención de la septa. No tuvo más remedio que tenderle la tela. La septa la examinó.   —Arya, Arya, Arya —dijo—. Esto está mal. Muy mal.   Todos la miraban. Aquello era excesivo. Sansa era demasiado educada para sonreír ante el apuro de su hermana, pero Jeyne lo compensaba de sobra. Arya sintió cómo se le llenaban los ojos de lágrimas. Se levantó bruscamente y corrió hacia la puerta.   —¡Arya! —gritó la septa Mordane—. ¡Vuelve aquí! ¡No te atrevas a salir! Tu señora madre se va a enterar de esto. ¡Y delante de nuestra princesa! ¡Eres una vergüenza para todos!   Juego de tronos Arya. I