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Mostrando entradas de enero, 2023

19_Juego de tronos_Jon III

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      -Eres un bastardo y un matón. —¿Yo? ¿Matón, yo? —Jon estuvo a punto de atragantarse con la palabra. La acusación era tan injusta que lo había dejado sin aliento—. Fueron ellos los que me atacaron. Los cuatro.   —Cuatro muchachos a los que habías humillado en el patio. Cuatro muchachos que seguramente te tienen miedo. Te he visto pelear. Contigo no es un entrenamiento. Si tu espada tuviera filo, estarían muertos. Eso lo sabes bien, y ellos también lo saben. No les dejas nada. Los avergüenzas. ¿Te sientes orgulloso de eso?   Jon titubeó. Se sentía orgulloso cuando ganaba. ¿Por qué no? Pero el armero le estaba quitando también eso, hacía que pareciera algo malo.   —Todos son mayores que yo — dijo a la defensiva.   —Mayores, más altos y más fuertes, cierto. Pero me apuesto lo que sea a que tu maestro de armas te enseñó a pelear con hombres más corpulentos en Invernalia. ¿Era algún anciano caballero?   —Ser Rodrik Cassel —asintió Jon con cautela. Percibía que allí había algun

18__Juego de tronos_Catelyn IV

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  Cogió la daga, la sopesó y la agarró por la empuñadura. La lanzó al aire y la atrapó con la otra mano—. Tiene un equilibrio perfecto. Así que el motivo de tu visita es la búsqueda de su propietario. Para eso no tenías que hablar con Ser Aron, mi señora. Debiste acudir a mí.   —Si hubiera acudido a ti, ¿qué me habrías dicho?   —Que sólo hay un cuchillo como éste en todo Desembarco del Rey . —Cogió la hoja entre el índice y el pulgar, la alzó por encima del hombro y la lanzó con un golpe experto de muñeca. Fue a clavarse en la puerta de roble, donde quedó vibrando— . Es mía.   Juego de tronos Catelyn. IV  

17__Juego de tronos_Bran III

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  Sintió ganas de llorar.   — No llores. Vuela.   —No sé volar — dijo Bran— . No sé...   — ¿Estás seguro? ¿Lo has intentado alguna vez?   La voz era aguda y tenue. Bran miró a su alrededor para ver de dónde procedía. Un cuervo trazaba círculos, descendiendo junto a él pero sin ponerse a su alcance.   —Ayúdame —suplicó.   — Es lo que intento —replicó el cuervo—. ¿No llevarás maíz encima, por casualidad?   Bran se metió la mano en el bolsillo y la oscuridad giró vertiginosa a su alrededor. Al sacar la mano, unos cuantos granos dorados se le escaparon entre los dedos. Cayeron, como caía él.   —¿Eres un cuervo de verdad? —preguntó Bran cuando el cuervo se le posó en la mano y empezó a comer.   — ¿Estás cayendo de verdad? —replicó el cuervo.   Juego de tronos Bran. III