10_Choque de reyes_Davos I
—Un señor puede tener más de un blasón —dijo Davos. —¿Un barco negro y una cebolla, Padre? —sonrió Dale. Allard dio una patada a una piedra. —Los Otros se lleven nuestra cebolla... y también ese corazón llameante. No ha estado bien quemar a los Siete. —¿Desde cuándo eres tan devoto? —preguntó Davos—. ¿Qué sabe de dioses el hijo de un contrabandista? —Soy hijo de un caballero, Padre. Si tú no lo recuerdas, ¿cómo lo van a recordar los demás? Choque de reyes. Davos I